OTRA COMISION TECNICA

043 (16 de enero de 2008)



Cada vez que oigo la palabra Comisión me pongo a temblar, como si de la misma me fuesen a dar un paseo en sensaciones de mi abuelo que de pequeño me contaba. La receta es fácil, ante cualquier problema y después de un breve estudio del que no sale una solución que satisfaga todos nuestros compromisos y a la vez no satisfaga los compromisos del vecino (extremo que suele pasar a menudo, ya que no se entiende porque a todo el mundo hay que tratarlo igual, ya que sin ir mas lejos unos nos votan y otros no –el viejo dilema igualdad/libertad-), … pues creo una comisión que resuelva, … a nuestro favor.

Una vez puestas las bases de para que sirve una comisión ( y conozco en profundidad alguna de ellas), me alarma profundamente que el hecho que aparezcan viviendas en un campo de golf (al parecer no se cuestiona el mismo, solo el hecho de que tengan viviendas) lo va a solucionar una “Comisión”, tal y como se expone en la noticia aparecida en el periódico relativa al nuevo decreto de campos de golf que prepara la Junta (creo que hace el número 8, pero esta vez si va a salir ya que estamos en campaña electoral, que es cuando no tenían que salir los decretos).

Es un escaño más del descrédito por el descrédito, extremo este que no necesita en la actualidad la ordenación territorial andaluza, ya que de esto lamentablemente le sobra. No seria mas acertado terminar de pensar (o al menos empezar en serio) dicho decreto y que el mismo acabe con una regulación concreta al margen de una comisión o bien que la intervención de la misma (hay veces en que es necesaria una Comisión) este perfectamente tasada y medida en dicho decreto.

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