023 (10 de diciembre de 2007)
Un Plan General sucintamente es un instrumento para ordenar un territorio, planificando sus usos e intensidades, teniendo como objetivo ultimo la colectividad y las relaciones de la misma con el medio ambiente y entre las personas que la componen.
Para conseguir redactar con cierto éxito un Plan General, lo primero que hay que conocer son las reglas de juego que nos hemos dado para este fin y hay aparece no solo la LOUA, el POTA y el POT en caso que lo haya, sino también los Reglamentos de Planeamiento, Gestión, Disciplina, Ley de Costas (en su caso), Patrimonio, Medioambiente, Carreteras, Aguas, ... etc y últimamente hasta legislación del marco europeo (LIC, ... etc).
A partir de aquí es imprescindible no solo ser conocedor (no experto, pero si conocedor) de este marco legislativo, sino fundamentalmente, y este extremo es aun mas importante que el anterior, hay que conocer el territorio, sus gentes, historia, clima, economía, .... , deseos y carencias.
Solo con estas premisas anteriores puede hacerse un Plan General (bueno o malo, eso ya se vera), de ahí la dificultad de conseguir un buen documento ya que después de lo dicho se esta mas cerca de la alquimia que de la técnica, y sea necesario en algún caso el uso de una piedra filosofal.
Como nunca saldrá un buen documento es cuando las premisas cambian, o se trata de conseguir a través del urbanismo lo que le corresponde a otras administraciones como es el caso que se ha producido en Marbella, en el que se diseña un Plan General siendo uno de los pilares del mismo convertir el documento en un instrumento de justicia, como si tan solo se tratase de castigar o indultar a los suelos (propietarios de los mismos) declarándolos culpables (o inocentes) de los desafueros cometidos recientemente.
No me imagino (llevándolo a un extremo) castigar a los romanos porque hicieron calles estrechas que ahora hemos heredado, ni a los árabes por su falta de rectitud en sus viales por su concepto distinto de la vida y sus relaciones personales con las actuales o bien no tratar de integrar en la ciudad existente cualquier crecimiento de la misma como si el territorio fuese uno hoja en blanco, porque lamentablemente (o no) este cuadro no se hace sobre un lienzo en blanco, ya esta manchado y de estas manchas (ordenadas o no) hay que sacar ese orden y equilibrio deseado.
Y ahora viene lo divertido: me pasa como a los políticos de Falange Española, Ezquerra Republicana de Catalunya, Partido Andalucista o Bloque Nacional Popular Galego que sabedores que nunca van a liderar gobierno alguno, cuando les preguntan dicen lo que piensan; y a mi como se que nunca voy a redactar el Plan General de Marbella puedo decir sinceramente lo que pienso sobre el mismo, desde un modesto conocimiento de la legislación y del territorio y gentes de Marbella.
Creo que el punto de partida es analizar la ciudad tal y como esta. Si a partir de ese análisis se detecta alguna edificación no acorde con el modelo deseado, hay que proponer tirar esa edificación, pero no creo que en ese caso estén muchas, a lo sumo tres o cuatro, el resto hay que integrarlo en el orden pretendido, sin que esto quiera decir que decreto amnistía (a un plan general tampoco le corresponde esto) sobre las edificaciones construidas al margen de la Ley, ya que ese punto se lo dejo a la Justicia, y que sea ella la que después de una instrucción y un juicio imponga la pena.
A partir de ese punto lo que a mi juicio necesita Marbella imperiosamente es un refuerzo, y en algún caso creación de las infraestructuras lineales para que todo este mecanismo funcione, y me refiero no solo a los abastecimientos de agua y saneamiento sino a los viales y pasillos infraestructurales con los suelos necesarios para su correcto funcionamiento (depuradoras, estaciones eléctricas, desaladoras, rotondas, depósitos, …). Además hay un déficit importante de equipamientos (escolares fundamentalmente, sanitarios, deportivos y de justicia) que hay que buscar como sea, incluyendo en este como sea la expropiación de las parcelas necesarias que han de estar en un lugar preferente. De zonas verdes si bien creo que son necesarias, Marbella no esta tan mal de ellas, y tan solo completar puntualmente en las zonas deficitarias.
En cuestión de viviendas soy de la idea que no hay que dar muchas, si las necesarias protegidas (por necesarias), pero no potenciar un crecimiento desmesurado, buscaría mas la recalificación de la ciudad que su crecimiento, porque creo que los tiempos de crecimiento empiezan a formar parte del pasado y que ahora toca mejorar lo que tenemos.
Ahora solo me queda esperar donde me sitúan, si en Falange, Ezquerra, Andalucistas, Bloque o vete tu a saber, siempre será un sitio mejor que con los dos grandes (PSOE y PP) que sabedores que pueden gobernar, mienten.
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