DISTINTO O IGUAL

093 (2 de abril de 2008)


Uno de los divertimentos que tengo es el de experimentar las distintas cocinas mundiales que pueblan mi pequeño mundo, y así cerca de casa tengo comida china, italiana, mejicana, hindú, japonesa, venezolana, argentina, francesa, … y hasta algún chiringuito de pescadito frito (los macdonals no entran en esta categoría aunque también existen); y son todas distintas y casi todas buenas, hasta el punto que un restaurante chino que nos lleva (siempre) mi cuñado Manolo, llamado Casa Jin, mi hija lo nombre como Casa Juan (la familiaridad ante todo).

Lo sorprendente del caso es lo distinta que es una de otra, a pesar de cubrir la misma necesidad y a la misma hora, este variedad también se refleja en la cultura, forma de vida, clima, topografía, aficiones, religión, … etc, y prácticamente todos los pueblos del mundo son esencialmente distintos en estos aspectos.

Sin embargo el diseño de nuestras nuevas ciudades es independientemente del lugar, y nos encontramos con la misma estructura urbana tanto en Yakarta como en Málaga, sin tener en cuenta ninguno de los extremos distintos a que nos hemos referido antes y que de alguna manera deben de intervenir en el diseño de las mismas como son por ejemplo clima, topografía, …etc.

Mientras que la diversidad es ecológica y socialmente necesaria para la salud y la calidad de vida urbana, esta diversidad es demasiado monótona en nuestros diseños, con lo que cabria indicar que algo falla en los mismos, y que estamos haciendo ciudades macdonals por todos lados al aplicar las mismas recetas en todos los sitios, hasta el punto que nos estamos copiando las normas de diseño unos a otros por lo que ya legalmente estamos provocando (ya legalmente) esta monotonía en el diseño.

Y donde este un buen rollito de primavera, una pizza tres estaciones, un guacamole, un pollo al curry, un tori no karague, un chorizo criollo, una bullabesa,… o una de pijotas, que se quite la hamburguesa.

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