EL TURISTA EN EL TERRITORIO

132 (28 de mayo de 2008)

Creo no decir nada que no sepáis al indicar la fuerte relación que existe entre el turismo y la ordenación territorial, ya que se entiende como actividad turística el de disfrutar de una experiencia en espacios diferentes al propio. Los elementos territoriales constituyen un destino turístico muy importante (clima, relieve, medio ambiente, núcleos urbanos y tipologías arquitectónicas, paisaje, patrimonio,…).

La calidad de estos destinos territoriales es básica para establecer el grado de competitividad de los mismos, esto que cabria denominar “autenticidad territorial”, es decir la búsqueda de lo genuino y diferenciado, puede distinguir a un espacio destino turístico frente a otro, y de esta manera modelar el territorio de una forma determinada.

Desde este punto de vista es clara la fuerte imbricación que debe de existir entre la variable “turismo” y la variable “territorio”, y en especial en nuestra tierra, por motivos que todos os estáis imaginando, ya que en Málaga es un hecho (lamentable) que no exista otra industria que no sea la turística, y con estas mimbres hay que hacer algún cesto.

A partir de aquí supongo que hay que ver al territorio, y por lo tanto a su ordenación como una disciplina que no solo debe de ajustar al urbanismo, entendido este como ordenación de los usos e intensidades para la gente que vive en el mismo, sino como una disciplina también fuertemente económica, ya que todos vivimos de esto en esta tierra, extremo este que no significa la indiscriminada ubicación de instalaciones turísticas (hoteleras, campos de golf,…), ya que si se supera un limite sostenible en el consumo de los recursos de este territorio (fundamentalmente, suelo, agua y paisaje), se va a producir la degradación del propio espacio turístico, con el hundimiento que este extremo provocaría al ser el único pilar en que nos sujetamos.

Que estamos condenados a entendernos con el tema Turismo, y de hecho seria bueno de vez en cuando para entrar en materia, ir al Mercadona a por los 300 gramos de jamón york en chanclas, pantalones roídos, camisa floreada y desabrochada y una bonita pamela.