LA ADMINISTRACION REGLADA

135 (2 de junio de 2008)



Las reglas de juego deben ser claras, y para todos; cuando vemos o jugamos un partido de fútbol todos tenemos claro lo que es por ejemplo un “fuera de juego” y lo reclamamos cuando lo percibimos (sobre todo si es a favor de nuestro equipo). Es una regla que esta escrita y solicitamos cuando alguien se la salta la pena que el mismo reglamento que la define le impone.

Incluso en nuestro fuero interno reconocemos las propias (lo digamos o no), y si bien nos puede molestar (hasta cabrear) la pena, terminamos entendiéndola.

El hecho (a veces discutible, pero este no es el momento) que la administración seamos todos, no exime a la misma, que cuando se ponga a jugar al fútbol, por ejemplo, los fueras de juego dejen de existir, ya que las reglas no se ven alteradas por la camiseta del jugador.

Esto que a todas luces no parece sorprender a nadie parece ser practica en algunas administraciones municipales que por ejemplo modifican planes parciales, aumentando y disminuyendo la edificabilidad de ciertas parcelas sin el tramite correspondiente que indica la Ley, es decir sin la preceptiva modificación de elementos, tan solo presuponiendo que es “bueno” para la ciudadanía.

Creo que esta vez quien se ha quedado en fuera de juego es el propio Ayuntamiento que esgrimiendo que es para el bien de todos se olvida que a todos nos viene bien que se tramiten correctamente las cosas.

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