028 (17 de diciembre de 2007)
Hasta el día de hoy estaba más o menos tranquilo, a pesar que me había visto y casi estudiado el video de Al Gore sobre el cambio climático todo inundado de datos y reflexiones que supongo ciertas.
Incluso hoy cuando he leído en el periódico que la venta de viviendas cae un 12% hasta septiembre por el parón de la demanda según un informe del Colegio de Registradores de la Propiedad (626.612 operaciones inmobiliarias frente a 712.110 del mismo periodo el año pasado). Además los colegios de Arquitectos exponen cifras parecidas si bien el paro todavía no ha empezado a notarse debido al auge de la obra pública de los últimos meses, extremo este natural si se tiene en cuenta la cercanía de las elecciones.
Ninguno de estos números me ha preocupado en exceso, si bien he de confesar que algo me ha alarmado, lo que sin duda me ha hecho reflexionar y he llegado a la conclusión que la “cosa” no va bien es la noticia que me han dado hace un rato y que ha pasado desapercibida, como todas las noticias importantes por el común de los mortales y es que la venta de jamones pata negra ha descendido bruscamente en estas fiestas navideñas, que ese si es un buen marcador de la salud de la edificación y por lo tanto del urbanismo.
Con lo que solo me cabe pensar que vienen años negros (como la pata deseada y no vista), pronostico.
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