130 (26 de mayo de 2008)
De vez en cuando me acuerdo de un maestro que tuve de pequeño, Don Ricardo (ya os he hablado antes de él, y recordar que antes los maestros todos tenían el Don delante), y que una de sus coletillas mas repetidas y afortunada era la de: “define y no discutirás”, y yo en aras de proseguir con tan gran enseñanza, y como discípulo agradecido, de vez en cuando me veo en la necesidad de coger el diccionario y darme un baño de sabiduría (tan solo para poder luego escribir este blog, que yo antes era un perfecto ignorante).
Así abro sus páginas y me encuentro con dos palabras que pueden parecer similares tal y como las estamos oyendo últimamente, pero no nos equivoquemos, no son iguales, estas dos palabras son:
- planear. Dicho de un ave: Volar con las alas extendidas e inmóviles. Aer. Dicho de un avión: Descender en planeo.
- planificar. Trazar los planos para la ejecución de una obra. tr. Hacer plan o proyecto de una acción. tr. Someter a planificación.
Y todo esto a cuento de que lo digo,… pues al hecho de que gran parte de nuestros queridos políticos y técnicos mas insignes, últimamente están planificando como planear (al parecer nuestras ciudades), y como los veo sin paracaídas me temo que se van a estrellar, o lo que es aun peor, y por cierto mas preocupante, nos van a estrellar de tanto planear (sobrevolar) nuestra deseada planificación, sin terminar de planificar nuestros planes.
… Si por lo menos soplase un viento adecuado, a lo mejor el planeo era bonito.
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